Mejorando la gestión del agua en América Latina
Si bien América Latina y el Caribe aumentaron significativamente la disponibilidad de recursos hídricos en las últimas décadas, todavía queda trabajo por hacer. Solo el 3% de la población carecía de acceso a los recursos hídricos en 2017, frente al 10% en 2000. Sin embargo, eso significa que casi 21 millones de personas en América Latina todavía necesitan estar conectadas a sistemas básicos de distribución de agua.
Mejorando la calidad del agua
Se prevé que la población de la región crecerá de 645 millones en 2017 a 717 millones en 2030, por lo que 72 millones de personas necesitarán agua. En total, eso significa que empresas y gobiernos deben construir sistemas de distribución de agua para 93 millones de personas en América Latina.
El acceso básico es sólo el primer paso para garantizar que todos tengan siempre agua potable. Aunque el 97% de la región de América Latina y el Caribe tenía acceso al agua, sólo el 79% tenía agua disponible cuando la necesitaba. Los sistemas de distribución de agua existentes deben actualizarse para mejorar la confiabilidad. Más importante aún, sólo el 82% de los suministros de agua estaban libres de contaminación. El tema del agua potable es aún más crítico en las zonas rurales, donde el 58% del suministro de agua todavía tiene algún nivel de contaminación.
Un mejor saneamiento desempeña un papel esencial en la mejora de la calidad del agua. El 87% de las personas en América Latina y el Caribe tiene algún tipo de acceso a saneamiento. Sin embargo, sólo el 66% está conectado a un sistema de alcantarillado y sólo el 31% tiene tratamiento de aguas residuales. La construcción de nuevas instalaciones de tratamiento de aguas residuales es la clave para detener la contaminación antes de que comience y mantener la calidad del agua. Nuestros consultores utilizan los últimos métodos para identificar ineficiencias en los sistemas de gestión del agua.
Apoyando la agricultura sostenible
América del Sur también necesita nuevos sistemas de distribución de agua para apoyar la agricultura. Aunque la hambruna real es rara en la región, más de 20 millones de personas no pudieron satisfacer plenamente sus necesidades calóricas y más de 45 millones se vieron afectados por la inseguridad alimentaria. Las soluciones de riego desempeñarán un papel vital. Por ejemplo, sólo el 25% de la tierra con potencial de riego en América Latina y el Caribe ha sido irrigada. Eso se compara con el 65% en Medio Oriente y el 84% en Europa Central.
La ampliación de la producción de alimentos siempre tiene un impacto en el medio ambiente, pero el riego mediante nuevos sistemas de distribución de agua puede reducir ese impacto. El riego es una forma de desarrollo intensivo. El desarrollo intensivo permite a las personas producir más alimentos en un área determinada, lo que permite que más tierras permanezcan en un estado natural prístino. La única otra manera de aumentar la producción de alimentos es el desarrollo extensivo, que requiere la tala de bosques tropicales y otras áreas silvestres vírgenes para crear más tierras de cultivo.
Protegiendo al medio ambiente
El impacto del uso del agua en el medio ambiente en América Latina no se limita a las invasiones agrícolas y el saneamiento. Las aguas residuales mineras e industriales requieren aún más tratamiento. En la agricultura, los pesticidas también se están convirtiendo en un problema cada vez mayor.
En América Latina y el Caribe, los residuos de pesticidas aumentaron de 89 a 126 kg por hectárea entre 2002 y 2013. La mayoría de estos contaminantes provienen de múltiples fuentes, lo que muchas veces hace imposible detenerlos en la fuente. El tratamiento de aguas residuales es a menudo la única forma viable de mantener el agua limpia.
Gestión Integrada de Recursos Hídricos
Dado que los recursos hídricos abarcan múltiples preocupaciones, como la alimentación, la energía y el medio ambiente, la gestión integrada de los recursos hídricos suele ser el enfoque más eficaz. América Latina y el Caribe tienen abundantes recursos hídricos, pero esa abundancia puede generar desperdicio. Aunque la región tiene el 30% de los recursos hídricos del mundo en el 15% de su territorio, el agua es escasa en muchas partes de América Latina y el Caribe.
La gestión integrada de los recursos hídricos y las asociaciones público-privadas pueden ayudar a difundir tanto el agua como la prosperidad en toda América Latina. Nuestros consultores expertos trabajan con su organización para desarrollar una estrategia sostenible para el despliegue de recursos.